Lo veo todos los días...

28.03.2018

¿Cómo puedo olvidar a alguien que veo todos los días?
Solía hacerme esta pregunta constantemente y aún me la sigo haciendo pues vivo esta situación cada día y duele como nunca pensé que algo podría doler.


Lo veo todos los días cuando voy a la universidad, comparto todas las clases con él, y si por alguna razón no asisto a una, me persigue por las redes sociales, me llegaban las notificaciones constantemente de sus mensajes o publicaciones junto a su novia, porque sí, yo era la tercera de esa relación, era un juego, un juguete que él utilizaba cuando quería, y yo lo permitía porque era lo único que él me podía ofrecer y a mí me bastaba, era preferible tener lo poco que me daba a no tener nada.

Lo peor de todo fue que se volvió costumbre, por más que él hiciera y dijera cosas que me lastimaban, yo seguía ahí, siendo consciente de todo pero incapaz de alejarme. No importaba que partiera mi corazón una y otra vez, para mí compartir una pequeña parte de su vida era suficiente.


Sólo fue cuando tuve unas pequeñas vacaciones de la universidad que reaccioné y dije "no más". Claro que hubo un detonante: la desaparición de su padre por dos días; el que no me volviera a contestar el celular o que empezó a subir fotos y videos demostrando todo su amor por su novia, lo cual era lógico pero difícil de creer para mí debido a todo lo que habíamos compartido.


Esa semana se partió mi corazón una vez más, pero el dolor ya no fue tan fuerte porque simplemente me había acostumbrado a este. Aquello me hizo abrir los ojos por completo, entendí que si permitía que me siguiera lastimando y partiendo el corazón no quedaría nada él, quedaría destruido en tantos pedazos que ya no se podrían unir de nuevo. La idea me aterró.


Así que tomé la decisión de valorarme, de darme el lugar que me correspondía y no seguir con un pendejo que ni siquiera tenía una explicación del por qué actuaba de esa forma, que no tenía claro que es lo que quería. Por eso dejé de esperarlo y aprendí a no conformarme con ser el plato de segunda mesa, el antojo pasajero de alguien o su juguete de temporada. En realidad para ser completamente sincera no lo he olvidado, pero ya no dejo que me manipule a su antojo.



© 2018 Ana Useche / A Todas Nos Pasa
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar